sábado, 31 de marzo de 2007

7/14

No duermo
nacen
moscas
en mi corazón
sobre natural
carne fría
i azul
escupitajo
contra el mar
...
estuve hoy
contando (me)
los latidos
los zumbidos
estuve hoy
hecho ayer
p o d r i d o
con el alma
equivocada
en los postes
las moscas
no lloran
no r í e n
comen mierda
viven siete días
(a veces catorce)
no saben del amor
...
suave perfección



Escrito por: Cristian Astigueta
Tacna - Perú

Imagen: Javier Mendivil

Zapato de Piel


Zapato lleno de licor,
lleno de arena y espinas.
Las huellas te atormentan,
en la oscuridad
a la que has sido revelado.

Se acercan luminosas,
sus múltiples perspectivas te atacan.
Ya no andas mas,
por las calles con sabor a madrugada
con sabor a tiempo indigno,
que se omitirá tras un eufemismo
Al decir que conociste las calles.

Escrito por: Jonathan Benavente
Imagen: Pedro Valtierra

jueves, 29 de marzo de 2007

Apariencia













Aparentamos ser fuertes
uno frente a otro pero,
por dentro los dos sabemos
que queremos estar juntos y asi
poder retozar en las turbias aguas
de la eternidad

Aprisionar en mi, cual animal
en cautiverio deseoso de salir,
el verdadero anhelo de compartir
contigo una parte de este camino
sin fin aún, en donde me encuentro
errando por ahora.

Escrito por: José C. Benavides

Jesús No Judas



Jesús de La Cruz fue un espíritu de viento
una madera que recibió todos nuestros pecados
versículo tras versículo
dejó que un traidor se colgara de un árbol.

Curaba piedras, levantaba desaparecidos
convirtiendo el agua en una brebaje de peces
mientras caminaba sobre el mar
que su padre había creído muerto.

Me negarás tres veces
y tus ojos irán al cielo,
dejando que los errores brillen
sin ningún atrevimiento,
armarás una torre sin que llegue hasta lo alto
o si no sus lenguas mutaran en seres extraños,
esparciendo el fuego que creará naciones
y un único dialecto.

Diré adios, en una tarde de lágrimas
cubierta por hombres armados
con manos de espinas y rostros de clavo,
teniendo dos personas a mi costado
uno me retara , pero el otro me preguntara por el camino ya trazado

Sin embargo vendré al tercer día
aunque muchos no lo crean,
elevándose mi sombra
dejando un mensaje escrito
en los doce pensamientos de algún libro
que trascenderá fronteras.


Escrito por: Joao Kolera

Dos poemas de Mario Morquencho

V



Altas columnas,
cerros de incertidumbre,
humo:
Predador de colores.
Sublimación de cuervos en el aire,
toxina homicida pudriéndole el corazón a la esperanza.
Paisaje atroz a grises,
decadencia en carne viva sobre piel muerta,
carroñero pensamiento en la altas columnas, altísimas...
-¿Allá hay flores? -
No. Sólo hay barrotes.
No me preguntes cuantos
¡Sólo barrotes!
Innumerables
donde yacen clavadas las manos de todos los ojos
de todos los hombres.











VI



La ciudad:
La celda con escaleras negras clavadas
bajo el cielo gris.
Yo, aún voy por la primera escala,
por el peldaño oscuro que multiplica
escalón por escalón...
Llegar al ultimo piso

es sorprender al abismo con la boca abierta
¡Hambrienta!...
Enmudecer viendo la puerta cerrada que no da tregua
da ganas de dejar volar palabras-murciélago de mi lengua...
Y lidiar con el humo, con la ciudad,
con el cielo preñado de sótanos
donde jugamos

a vivir

martes, 27 de marzo de 2007

Jaula


I
tengo una sola pared
sin líquidos tibios que calmen mi alma
tengo un dolor habitual
soledad inconclusa
el sabor de la sal impregnado en mi vida
sin nidos ni espera
concibo deseos que distraigan mi pena
Las alas no sirven para volar
el vuelo no sirve para sanar
la angustia no basta para carcomer esta reja

**


II
Tengo las noticias a mis pies todas las mañanas
semillas que no crecieron me alimentan
agua que no bebieron me habla
soy un reflejo mas de tu falta de tino
una pequeña vida que pende de un hilo
suciedad para la mesa
canción de reloj que te acompaña
pero no dan las diez.

***


III
Dentro de si habitaba una pequeña jaula
y la jaula deseaba con locura salir del cuerpo
pero la sangre teñía sus barrotes
y los latidos ya eran un sonido expropiado
Y dentro gritaba la jaula
se mordía los candados
bailaba , parpadeaba, enmudecía
todo empezaba otra vez
Y el cuerpo no sentía
solo se mordía los labios
cantaba, soñaba, perdía
los barrotes se hicieron incienso
las llaves se quedaron en casa
ya no pensaba, ya no sentía
ya no quería encontrar la salida
Y el cuerpo se sintió extranjero
las manos hablaron por si solas
abriéndose el pecho reía
liberando la jaula de su agonía
el cuerpo se vuelve un pretexto mas
la sangre se vuelve saliva
ya no hay líquidos tibios que sanen mi alma
ni voces que quiera callar
ni formas que cobran sentido
ni nido ni espera
las alas me sirven para ocultar mi condición humana
la jaula vaga
y yo no soy mas
ya no soy mas…


Karina Valcarcel
Lima - Perú

Procesión Lampiña

Procesión lampiña
andróginos de gel
En degradé púrpura,
de hollín,
En vinil negro,
tapizados a cuadros.
De bronce bruñido,
con extremidades de muñecos de nieve.
Tallados en roble,
incendiando roma.
Trepando la frondosa cabellera del cielo,
trayendo en andas a babel.

Rímac

RIMAC

Yo me molesto con la vida
- Y no sé por qué con ella –
Cuando paso el puente
y veo flotar cartitas de amor en heces
por el río...
¿Suicidarse desde allí?
- ¡Ni loco!-
Seguro la muerte no se animaría
a recoger mi alma confundida
entre toda esa mierda congelada
allí abajo...
A que en esa parte, el sol y el infinito,
así como yo, cierran los ojos
para no reflejarse en las aguas...
Hasta he llegado a creer
que mi reloj se malogró
y dejó de jadear, el otro día,
por hacerme el valiente
estando más de un minuto,
con la esperanza de ver algún loto,
entre esa nausea acuática...
Pero nada, vasta con decir que ningún arco-iris
se atrevió a defecar por esos lares,
sólo las nubes, que a veces escupen,
o algún borracho que micciona su decadencia...
Y pienso que si alguno de nosotros fuera pez,
estar en esos charcos sería:
cumplir cadena perpetua encerrado
en la comunión de todos los pedos,
o respirar en la entraña de los estreñidos...
Yo me molesto mucho con la vida
cuando paso el puente
y veo ese río,
como un portal parecido a los que salen
en las películas de ciencia- ficción
cuales nos llevan a lugares desconocidos
en tiempos indefinidos,
este río es el portal que nos aborta
hacia el vomito infinito
de dios.



Mario Morquencho
Perú